Saltar al contenido

tiempo

Casi 6 meses cumpliendo un sueño

Hasta ahora siempre he dicho que no llevo mucho tiempo en Japón, me consideraba un recién llegado y siempre me presentaba como tal. La semana pasada conocí a un chaval que era amigos de otros y blah blah… la cuestión es que una de las preguntas típicas es y ¿cuanto llevas por aquí? A lo que yo le contesté… nada poco… 5 meses… Y el me dijo… eso no es poco!

y bueno luego echando cuentas estoy casi más cerca de los 6 que de los 5 meses. El tiempo ha pasado muy rápido y si hecho la mirada atrás veo todo el camino recorrido. Has ahora siempre había mirado hacia delante y veía todo el camino que me queda por recorrer, me queda muchísimo con el japonés, tengo que aprender a ser más independiente por aquí, integrarme en la vida laboral… por todo esto siempre pensaba que llevaba poco tiempo, pero el otro día al echar la vista atrás vi que el camino andado tampoco es poco.

Leer más »Casi 6 meses cumpliendo un sueño

Viviendo a 250 Km por hora

shinkansen

Por fin encuentro un momento de calma para escribir unas cuantas palabras tranquilamente sin pensar en que debería estar haciendo otra cosa y es que la vida por aquí va a toda velocidad y parece que no tiene intención de bajar el ritmo al menos de momento.

Paradójicamente esta tranquilidad la estoy encontrando mientras viajo en uno de los transportes terrestres más rápidos que existen, el Shinkansen o tren bala (el equivalente a nuestro AVE, para que me entendáis 😉 )

Se que soy cansino con la misma reflexión, el tiempo. Pero es que de un tiempo a esta parte es lo que no deja de rondarme la cabeza, me doy cuenta de que el tiempo no es algo linea que siempre transcurre del mismo modo. Bueno, el tiempo lo es, nuestra percepción no. Y los minutos y las horas son formas de medir el tiempo para momentos que al salirnos de la rutina perdemos la noción de este, es decir perdemos las referencias y ya no sabemos medirlo sin herramientas externas.

Leer más »Viviendo a 250 Km por hora

Disponiendo del tiempo de los demás

Hace mucho que no me marco por aquí una reflexión gratuita, es decir una que me marco porque yo lo valgo, sin venir a cuento. En este caso quiero reflexionar un poco sobre la gente que se cree tan importante que no solo puede disponer de su propio tiempo si no el de los demás. No es que mi tiempo sea más importante que el de los demás es exactamente igual. Por otro lado no es que tenga mi tiempo totalmente ocupado y no pueda perder ni un segundo, simplemente quiero tener elección sobre en que usarlo, no quiero que otros decidan por mi. Y bien teniendo claras estas dos cosas comenzamos con la chapa:

Lo primero una anecdota, quizá el germen de esta reflexión. Hace un año o dos estaba en casa de mis padres y mi madre salió a ver a mi abuela o algo así. Al intentar sacar el coche del garage alguien habia aparcado ocupando parcialmente el vado permanente, por lo que impedía salir (parcialmente) a los coches. Muchos habían conseguido salir, pero claro mi madre con el Toyota Corolla Verso (coche familiar de 7 plazas) lo tenía más complicado. Tras mucho maniobrar guiada por el conserje, mi padre mismo y yo que bajamos a ayudar lo dimos por imposible. Tras 15 minutos apareció la policia que procedieron a llamar a la grua, digo yo que se podían venir ya con ella. A los 5 minutos apareció la mujer, apuradísima, y dijo que solo habia ido un momentito a hacer no se que (momentito = 35 minutos en un lugar donde no escucha las bocinas). A todo esto mi padre le recriminó diciendo algo así como:

Usted se cree tan importante que no solo dispone de su tiempo para sus cosas, si no también el de los demás.

Y yo dije… joder, que sabiduría y fue algo en lo que he pensado mucho y es que así. Desde entonces me he sentido muchas veces en esa misma situación, gente que esta utilizando mi tiempo. Un ejemplo actual es el que me sucede en clases de inglés quizá no es tan obvio, pero para mi también esta claro, a ver que opináis vosotros:

Por motivos laborales voy a mis clases de inglés en horario de tarde, lo mismo sucede con el resto de mis compañeros, creo que todos somos trabajadores. Esto supone que en varias ocasiones no seamos puntuales. Esto se entiende y es tolerado, la mayoría venimos directos del curro y no siempre terminamos cuando queremos. Ante esto no tengo ningún problema, yo soy el primero que lo hago. Pero cuando así es entro pido perdón en voz baja y me siento en mi sitio procurando no molestar y me intento enganchar a la clase tratando de hacer el menor perjuicio posible. Pero hay compañeros que no lo ven así y que deciden que es mejor pedir que vuelvan a explicar la parte que se perdieron o que le digan las respuestas a los ejercicios que no pudieron atender. Qué culpa tienen los que llegaron a su hora que tienen que escuchar la clase repetida.

Otro ejemplo es que los profesores en ocasiones mandan tarea, que prácticamente ninguno hacemos, puesto que tras 8 horas de trabajo diarias y 3 horas y media de clase nos queda pocas ganas de dedicarle ni un minuto más a la academia. Pero entiendo perfectamente que manden la tarea y que se corrija por la gente que si tiene las ganas/posibilidad de realizarla. Pues de nuevo un grupo de gente (suelen ser los mismos que hacen lo otro), piden que se deje tiempo para completar esa tarea en clase, y claro que hay de los que lo hicieron de nuevo se está haciendo uso de su tiempo. En mi opinión esta gente sencillamente no piensa en los demás, es totalmente egoísta.

La excusa que suelen esgrimir es que ellos trabajan que por eso llegan tarde y por eso no hacen la tarea, o que el tranvía llegó tarde cualquier cosa. Y es que cualquier excusa por válida que sea seguro que de quien no es culpa es de la persona que llego a su hora o que realizó la tarea, por tanto es totalmente injusto penalizar el tiempo de esta persona por la otra.

Así que os recomiendo una reflexión a todos y que penséis si en algún aspecto de vuestras vidas no estáis usando solo vuestro tiempo, si no también el de los demás porque esta es una de las peores cosas que uno puede hacer.

Fotografía | Flickr de Marshall Flickman