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muerte

7 vidas como un Rayo

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No es ningún secreto que me va costando cada vez más escribir por aquí, que el frenetísmo de mi vida me aleja de tener un rato en el que sentarme y escribir palabras, pensamientos y sentimientos aquí. Tampoco lo es que es de esta forma de la que mejor se expresarlos. Siempre que alguien cercano a mi nos ha dejado he querido escribir una entrada a forma de homenaje en parte y desahogo en otra.

Hoy un familiar nos ha dejado, no es un humano, pero estas criaturas no cabe duda de que se quieren con locura también. Se trataba del gato de mi hermana, de mi hermana y su novio César aunque todos le quisimos como si fuera nuestro.

Y como esto no es otra cosa como os decía que un homenaje, pasaré a cantaros la vida y obra de este granujilla que tan buenos momentos nos hizo pasar.

Mi hermana y yo en nuestra tierna infancia recibimos en el hogar una gata siamesa muy bonita ella. Recuerdo perfectamente y de forma muy vívida como para decidir su nombre mi tía MariAngeles nos estuvo leyendo nombres de un libro de nombres para gato. Iba diciendo nombres en voz alta, algunos le gustaban a mi hermana y otros a mi, pero nunca a los dos. Fue necesario leer todos los nombres de la A hasta llegar a la T, que dijo «Tesalia» y dijimos mi hermana y yo al unísono SI. Mi tía con cara de asombro por tan nada usual nombre no pudo hacer otra cosa que aceptarlo. Y es así como pasamos a tener en nuestra casa a una gata llamada Tesalia a la que yo lanzaba contra el techo por lo que solía huir cada vez que me veía doblar la esquina.

Tesalia tenía la nada segura costumbre de saltar de balcón en balcón en nuestra casa (sexto piso) para así poder colarse en la cama de mis padres. Un día de estos una vecina tocó a nuestra puerto con la gata en brazos, la había recogido de la calle… buen piñazo se tio y nada serio se hizo, sin duda ahí perdió una o dos vidas al menos. No fue la muerte lo que nos separo de esta gata, si no los pelos. Mi madre harta de ellos decidió dársela en adopción a unos amigos. Lo curioso es que nunca nos dijo a quien ni donde estaba, ni volvimos a verla ni de visita. A fecha de hoy mi madre nunca me ha reconocido otra cosa, pero yo temo que quizá tuviese alguna suerte algo mas desafortunada… De cualquier forma, sinceramente no quiero saberlo.

Y así empezó nuestra sequía gatil. Mi hermana y yo seguíamos amando con locura a los gatos, pero al problema de los pelos se unió que mi padre desarrollo una fuerte alergia a estos, hasta el punto de que si venia alguien con gato (sin el gato) el podía notarlo. En ese momento pensé que al menos hasta la emancipación se acabaron los gatos para nosotros.

Pero antes de abandonar el hogar mi familia propuso que un gato haría buena compañía a mi abuela. Mi hermana rauda y veloz se las ingenio para hacerse con uno y llevarlo a casa de mi abuela. Así es como Rayo apareció en nuestras vidas. Rayo era el gato de mi abuela, pero desde el primer día fue mi hermana la que siempre le cuido y quien le llevo a los veterinarios y limpiaba sus cacas y demás cosas que se hacen con los gatos. De esta forma mi hermana pasó a tener un gato en diferido.

Con el tiempo Rayo no podía quedarse en casa de mi abuela y paso a ser ya oficialmente el gato de mi hermana, Rayo vivió en su nuevo hogar felizmente. Pero, que tipo de gato era Rayo. De los perros siempre se dice que son muy fieles, muy nobles, el mejor amigo del hombre y demás. Los gatos si suelen tener algo en común muchas veces es que son bastante hijos de puta. Y eso es algo que a mi personalmente me encanta de ellos. Para mi los gatos siempre como estos super-villanos de los dibujos animados, que son malvados hasta la medula, pero a la vez adorables y que aunque intentan hacer el mal nadie les toma en serio y se creen que estan jugando. Una especie de Stewies en Padre de Familia. Los gatos ademas van a su bola y están todos como una maldita regadera. Por todas estas razones, yo amo a los gatos jeje. Y bueno porque por mucho que digan, los gatos también tienen vínculos con sus amos que aunque no serán tan obvios como los perros os puedo asegurar que están ahí.

Siempre que pienso en Rayo recuerdo sus ansias de venganza. Si le hacías algo se las pagarías, no te ibas a ir de rositas, la venganza es un plato que se sirve frío. Un típico ejemplo es que le eches de su sitio en el sofa para sentarte. De primeras no se quejará mas que con un maullido y se irá, no presentará resistencia. Pero ay amigo, la cosa no acaba ahí. Después quizá te aceche desde debajo del sofá soltándote un bocado en el tobillo o cuando estés saliendo por la puerta cruzara el salón corriendo con un perfil bajo para saltar sobre tu pierna y luego huir a esconderse entre las sombras. Eso si, una vez cobrada su venganza el karma gatuno volvía a restablecerse y volvía a no tener problemas.

Rayo fue un gato feliz que además hizo felices a todos los amos y regazos en los se acurrucó, siempre fue querido con locura y nunca será olvidado y es que vivió sus siete vidas a toda pastilla, como un Rayo. DEP amigo.

Mis pensamientos ahora mismo están por supuesto fundamentalmente con mi hermana y con su novio que no puedo ni imaginarme lo dolidos que deben de estar, todos los ánimos que me queráis mandar redirigidlos para ellos 🙂

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Un día triste

Cuando me despierto normalmente lo primero que hago es echar un rápido al móvil en busqueda de alguna comunicación importante. Los tipos de mensaje tienen una prioridad que atribuyo sin pensar si quiera con mi mente adormecida. Lo más importante los mensajes y los whatsapp, después rápido vistazo a los mails y por último las chorradas de facebook y twitter. Muchos días no encuentras más que tonterías en general, algún día algún mail dirigido a ti expresamente y hoy un mensaje, especial y devastador en mi Whatsapp, era de mi padre: «Tu abuela Pilar ha muerto»

No creo que a ninguno nos pillase de sorpresa con ciertas edades es siempre cuestión de tiempo y lo cierto es que últimamente varios avisos nos habían hecho pensar que la hora estaba bien cerca. Aún con todo una noticia así siempre te golpea como un jarro de agua fría. De primeras no sentí nada, resignación si acaso, abatimiento, pero no diría que sentí tristeza. Tras quedarme parado unos segundos en los que creo que no alcancé a pensar nada tan solo consegui decir «Mi abuela Pilar ha muerto». Hiroko que desesperezaba a mi lado para salir al trabajo se despertó también como un resorte. Mi abuela siempre ha querido a la gente de su alrededor con un amor infinito y esta chica de cultura y países totalmente distintos nunca fue una excepción, mi abuela siempre quiso a Hiroko con locura y Hiroko siempre llamaba con cariño a mi abuela «tu abuelita» y se deshacia en elogios hacia lo increible que era y lo sorprendete de su entereza a su edad.

Yo seguía sin pensar nada pero la tristeza ya por fin comenzaba a aparecer en mi corazón, yo me sentía más sorprendido de que hubiera tardado en llegar más que del propio hecho de sentirla, pero pronto me sorprendí más aún de sintiese tanta. Yo tenía la cabeza contra la almohada y los ojos abiertos de par en par dando la espalda a Hiro, ella me abrazó y dandome unas caricias de cariño me preguntó si estaba triste, no supe ni contestarla.

Derepente como si una olla a presión todos los sentimientos y los recuerdos saltarón de golpe. De repente el mundo se me hizo un lugar enorme y Japón no estaba a miles de kilometros de distancia de España si no a años luz… ya que tendría que viajar a través de ellos y en el tiempo para poder ver a mi abuela de nuevo, de hecho tendría que hacerlo para poder siquiera darle un último adios, seguramente aun con todo no llegaría a tiempo. Además estaba haciendo las gestiones de mi visado, desde luego era un momento terrible. Una imagen apareció con fuerza en mi memoria, mi madre llorando cuando nos explicó a unos renacuajos que eramos mi hermana y yo que nuestro abuelo había fallecido. Ese día nos quedamos en casa esperando a que volvieran mis padres, no entendíamos que pasaba en realidad, solo que por dejarnos solos un rato de regalo me trajeron un cronómetro, me encantaban los cronómetros, siempre me ha gustado medir el tiempo, la temperatura o contar cosas… Más adelante fue mi padre el que me dijo que mi tio había seguido el mismo camino que mi abuelo y que había muerto de un ataque al corazón, ya estaba lejos por entonces, pero no tanto, podía haber llegado a tiempo para el funeral, si no fuera porque una nevada infernal se interpuso entre Dublín y Madrid y ese día no hubo vuelos.

Esta vez nos separan muchos no, muchísimos kilometros, una escala al menos y problemas de burocracia y de visado. Aun con todo no pensaba rendirme, tiene que haber una forma de que un nieto pueda despedirse de su abuela. De que un hijo pueda estar cerca de su madre en estos momentos…

Con esa intención salí temprano a la escuela y después a inmigración a tratar de conseguirlo. En la escuela no conseguí más que balbucear unas palabras y decir que no podría ir hoy a clase, por alguna razón me derrumbe delante de mi profesora que solo me supo dar ánimos y decirme que no me preocupase por las clases. A inmigración fui en compañía de Luis y de Mariana lo cual me ayudo mucho a desconectar entre conversaciones de superhéroes. Por el camino mire fechas y demás y tuve que aceptar la realidad era físicamente imposible llegar a despedir a mi abuela.

Y en estas estoy, aprendiendo más lecciones del expatriado a la fuerza, en esta vida que muchas veces pintamos de color de rosa en los blogs en la que os contamos nuestras fiestas y lo que comemos, lo que aprendemos y las cosas que vemos. Pero sabed que también sentimos; cosas buenas en su mayoría, pero también hay días donde pesa mucho vivir al otro lado del mundo…

Mi abuela siempre me ha dado un amor tan inmenso que aun puedo sentirlo, mi despedida será nunca olvidarte, es algo que nunca podré hacer…

Descansa en paz abuela, te lo has ganado 🙂

DEP Steve



Hoy el mundo es un poco menos genial. Gracias Steve Jobs, nos has dado mucho.

Reflexión sobre la muerte

Como habréis podido adivinar en este caso el post será una de mis reflexiones, se que a algunos os gustan mucho y son vuestros posts preferidos, algunos otros ya habréis dejado de leer porque os aburren mis reflexiones, no pasa nada 😉

En este caso y sin ninguna razón concreta hablaré de la muerte que ha sido el pensamiento que me ha asaltado como os digo sin venir a cuento de nada, hablaré sobre la muerte. Cualquier persona de mi edad (27 años ahora mismo) por desgracia ha tenido que enfrentarse a ella de algún modo. ninguno lo ha hecho de forma directa y que pueda contarlo pero si que tendrá gente más o menos cercana a la que le haya llegado la hora. En mi ranking personal creo que hasta hace no mucho la que más me ha afectado habían sido muertes no directamente relacionadas conmigo, si no de seres muy cercanos de amigos. La más notable sería sin dudas la muerte del padre de un grandísimo amigo en un desafortunado accidente. Nunca podré olvidar cuando otro amigo me llamó para darme tan triste noticia, es algo que sin duda te remueve el alma.

De todos modos creo que no llegas a ser consciente de lo que la muerte significa hasta que te toca de un modo personal y realmente cercano. Ésto me sucedió por primera vez cuando no era capaz de asimilarlo cuando me enteré de la noticia de mi abuelo. En su momento era un niño que no comprendía la magnitud de las noticias que mi madre no pudo darme porque el llanto no se lo permitía y me lo tuvo que contar mi padre. De algún modo me enteré de que no volvería a ver a mi abuelo, pero no mucho más allá. Hace mucho menos me enteré a traves de la misma persona, mi padre, de la muerte del hijo de mi abuelo de mi tio, mi padrino. De nuevo las palabras sonaron como un martillazo que te agita el alma y te la deja temblando y de primeras no alcanzas a conseguir conectar con tus sentimientos, no es algo que se asimile en el momento, al menos yo no fui ni creo ser capaz aún de hacerlo en un momento.

Tras colgar el teléfono las conexiones comienzan a hacerse y tu mente se va percatando de los sentimientos y conforme ésta se va dando cuenta de las consecuencias de la noticia los sentimientos se hacen más patentes. En éste caso el dolor fue más grande debido a la distancia y es que si en estos casos la impotencia es siempre total la distancia te hace sentir aún menos impotente si cabe y es que ni siquiera puedes estar con los tuyos para pasar y ayudarles a pasar este mal trago. Después de esto vienen actos, como entierro, funerales y demás. En estos momentos muchas veces de nuevo te das cuenta que estas de nuevo desconectado de tus sentimientos, supongo que en realidad no es otra cosa que una medida de autodefensa que tenemos los seres humanos.

A partir de aquí convives con el hecho de que no verás nunca más a esa persona. De hecho te acostumbras, supongo que dependiendo del contacto que tuvieras con ella este dolor tardará más o menos tiempo en desaparecer. Pero siempre existe un dolor residual que nunca, nunca jamás se irá. No es que ese dolor este ahí siempre, pero si te golpeará cuando menos lo esperas, cuando ves una foto, pienses en un evento en el que esa persona soliera estar presente o como en mi caso cuando piensas en la lista de regalos de Navidad y te das cuenta de que desgraciadamente este año no tienes que hacerle uno. Éste ha sido posiblemente el hecho que ha hecho que comience estos últimos días a pensar más en este tema, la muerte.

La muerte es sin ningún tipo de lugar a dudas e interpretaciones el final de la vida y a partir de aquí ya cada uno tiene sus ideas. Que si existe algo o nada de nada, te reencarnas o pasas a otra vida o nivel de existencia. De cualquier modo a día de hoy no tenemos la certeza que nos indique que sucede tras esta y creo que todos moriremos sin tenerla, más allá de la certeza que nos pueda dar una convicción o dogma de fe que tengamos.

La muerte es por tanto una gran putada, se termina la vida a partir de ahí una cosa es segura y es que todo cambia, de seguro que ya no haremos nada más en nuestra vida. La muerte también tiene un papel importantísimo que es darle sentido a nuestra vida, cualquier cosa sin un fin no tiene demasiado sentido. Si ahorramos dinero para hacer un viaje, comprar algo o con el proposito de asegurarnos un futuro mejor el hecho de hacerlo nos llenará, pero si no tenemos fin, si ahorramos por ahorrar nuestro ahorro no tendrá ningún sentido. Del mismo modo creo que la muerte hace que nuestra vida cobre sentido por paradójico que resulte.

Por tanto la muerte debe hacernos recordar varias cosas que no deberíamos olvidar, como es el respeto máximo a la vida, tanto nuestra como de los demás, ya que considero que es lo más importante que poseemos, quizá sea lo único que realmente llegamos a poseer de verdad y por tanto NADIE tiene el derecho de quitarselo a nadie, salvo uno mismo en situaciones determinadas (aquí entra el tema de la muerte digna y demás, en el que no voy a entrar ya que es una reflexión totalmente distinta). También la muerte me ayuda a recordarme que es necesario maximizar todos y cada uno de los momentos de la vida. Me gusta esa otra reflexión que hizo alguien mucho más listo que yo que decía vive cada minuto como si fuera el único pero ten en cuenta que seguramente no lo sea. Es decir vive la vida a tope, pero ten en cuenta que seguramente sea muy larga por lo que respétala pero no vivas con miedo a la muerte pues si no, no habrás vivido.

Creo que comienzo a divagar así que iré concluyendo, convierte tu vida en la busqueda de la felicidad aún teniendo en cuenta que nunca la encontrarás de un modo absoluto y es que el ser humano es incorformista por naturaleza, pero te garantizo que tratando de ser feliz, luchando por ello día a día lo serás o al menos serás más feliz que el día anterior y al final es de lo que se trata todo esto, de ser felices.