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noviembre 2011

Sobrevivir sin lavadora en Tokyo

Cuando nos mudamos al nuevo piso teníamos que comprar muchas cosas , por suerte muchas se vieron aliviadas gracias a Oskar ya que su empresa cerraba y podemos saquear cosas varias, como un escritorio, un micro-ondas, una silla, una lámpara, pantallas de ordenador, etc. Por una carambola cósmica conseguimos una nevera que estaba en el lugar adecuado y en el momento adecuado a un precio espectacular y que es una de las compras de las que estoy más contento en la casa. No obstante nos faltaba la lavadora, nuestra casa tiene el hueco para ponerla como casi todas las casas en Japón, pero nosotros no la habíamos comprado aún.

El primer paso fue hasta que encontrábamos algo que nos convenciera fuimos a una lavandería de monedas, aquí conocida como コイン•ランドリー(coin laundry). Estos sitios no se diferencian demasiado de los de cualquier otro país, unas lavadoras metidas en una habitación y que se activan cuando metes unas monedas. La novedad es que mientras que en Madrid por ejemplo es complicado encontrarlas en Tokyo es relativamente frecuente a no más de 5 minutos andando de mi casa tengo localizadas hasta 3 lavanderías.

Sucedió que según pasaba el tiempo la especie de armario que teníamos para la lavadora la llenamos de cosas, esto unido a no encontrar ninguna lavadora que nos convenciera derivó en que llevamos viviendo casi dos años sin lavadora. Hemos integrado la lavandería en nuestra rutina y la verdad es que se hace bastante cómodo y no hecho de menos la lavadora en exceso. Salimos con la ropa sucia, la echamos a lavar, nos vamos a hacer la compra, recogemos la ropa y volvemos con ésta y con la compra. Ya solo nos queda tenderla en la terraza y a otra cosa mariposa.

A nivel económico, creo que si hubieramos comprado una lavadora de segunda mano estaríamos más o menos a la par en gastos hasta ahora por las cuentas que he echado, pero hay dos aspectos importantes, un trasto menos a tener en cuenta para posterior mudanza o del que deshacerte ya que en Tokyo no se pueden tirar las cosas así a la ligera. Con esto no quiero decir que no sea necesario comprar lavadora, si no que existe la posibilidad de no hacerlo y que la valoréis. en nuestro caso la mayor ventaja que hemos conseguido al no tenerla es ganar algo de espacio que es realmente escaso en nuestra casa. Y vosotros, ¿habéis tenido experiencias con lavanderías? ¿O siempre lavadora en casa?

Fotos iphoneras de Octubre 2011 (2)

Continuo donde lo deje con las fotos del post de ayer:

En Fuji en todos lados.

Esta bien camuflada, pero si os fijais hay u arañón del 15 ahí!

Lo que os decía, más Fuji!

En este segundo día daríamos la vuelta a este lago en bici. Unos 25 km en total entre pitos y flautas, eso si todo muy llanito y placentero 🙂



Que porte en la bici! (mentira era un peligro constante sobre ruedas!)




Y más y más Fuji!

Espionaje de diseños… Paloma haciendo fotos para copiar la idea 🙂


Perdonadme que no las gire que estoy vago, ojo al japanglish!


Día de DisneySea!

Comidita rica, para reponer fuerzas y tirarnos por más montañas rusas!

Los miercoles al sol.


En el mickey tren! y de fondo el palacio de Disney.


Más caidas infernales (no tanto en realidad 😛 )

Kellogs del barsa… en Japón? Si, es posible.


Ojito lo que hay en la vida japonesa…

Un redbull… no me gusta… pero… It’s free!

Mi nuevo look!


Uff y más comer!

Mi amigo Asimo.


Nombre de lo más apropiado, espero que si se les ocurre abrir franquicia en España tengan un buen asesor cultural.


El dorama de la segunda foto estaba de promocion y para eso se dedicaba a lanzar al aire figuras echas de espuma que volaban por el cielo de Shibuya, no pasó nada indiferente.









Las Apple Stores se convirtieron en templos improvisados…

iPal

Los conos de la Apple store son blancos! Quiero uno!

Descansando bajo la torre de Tokyo.

Facetimeando con mi padre.

Shinjuku los domingos se vuelve peatonal… es la prueba que hay a quien se lo digo y no se lo cree.

Shinjuku Gyoen, mi parque preferido de Tokyo por mucho.



Y aquí mi plato preferido, el tonkatsu, en mi restaurante preferido 🙂

Helado que Paloma se pego d ehomenaje, sabí a Chocolate de verdad!

La vuelta a la realidad…


Yakitoris… que delicia!

Convertimos a mi padre en mackero comprandole este Mac mini 🙂

Cabezaland…




Comida china… versión de Japón 🙂

Un gijoe del año de la tana, seguro que hay quien pagaría una fortuna por el!

Y Arale!



Mi hamburguesa más preferida entre las preferidas…

Es un pelin grande… a Paloma le costó terminarla, de hecho el último bocado no pudo jajaa.

Y tras esto en el trabajo van y me dan esto para cenar… obviamente tuve que decir que lo sentía pero que no lo pude terminar jajaja.


Y dejé a Paloma con rumbo al aeropuerto con cara de pena…

Y el pijama en los bolsillos!

Al día siguiente de que se fuera me encontré su hotel! El hotel Pal!


Hice una cola de 12 horas mientras leía comics para comprar un dulce, pero esa historia es digna de un post en si misma, no os la desvelo aun 🙂


Cenita regenerativa con los amigos.

Gambas azules!

Intento 1 de zombi = mimo
El dos fue yogur de frutas del bosque…


Luego ya quedó bien la cosa…

Os dije que un día encontraré un cadaver en la basura de mi casa, esta vez una tabla de surf!Fotos iphoneras de Octubre 2011 (1)

Fotos iphoneras de Octubre 2011 (1)

De nuevo con retraso las fotos de Octubre del 2011. Mes muuucho más cargado que de costumbre ya que estuvo de visita mi hermana por aquí. Es por ello que he decidido dividir el post en dos partes y es que son casi 100 fotos. Hoy tendréis este y supongo que mañana la segunda parte. Espero que os guste:

El mes empezó con un rico arroz con cosas… no, no era una paella!

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La anécdota de mi amiga y su novio

No se porque pero de repente me apetece contaros una anécdota que no viene a cuento pero que acaba de venírseme a la cabeza. No se si algún día me dará por volver a hacer estas cosas, pero bueno esto blog ya tiene la edad suficiente para divagar.

He de decir que la historia es totalmente verídica tan solo no dar nombres para preservar la identidad de los implicados. No cuento en ningún momento quien es nadie, así que espero que nadie se me enfade y todo el mundo se le de la misma risa tonta que a mi me da cada vez que me acuerdo de la historia.

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Un día triste

Cuando me despierto normalmente lo primero que hago es echar un rápido al móvil en busqueda de alguna comunicación importante. Los tipos de mensaje tienen una prioridad que atribuyo sin pensar si quiera con mi mente adormecida. Lo más importante los mensajes y los whatsapp, después rápido vistazo a los mails y por último las chorradas de facebook y twitter. Muchos días no encuentras más que tonterías en general, algún día algún mail dirigido a ti expresamente y hoy un mensaje, especial y devastador en mi Whatsapp, era de mi padre: «Tu abuela Pilar ha muerto»

No creo que a ninguno nos pillase de sorpresa con ciertas edades es siempre cuestión de tiempo y lo cierto es que últimamente varios avisos nos habían hecho pensar que la hora estaba bien cerca. Aún con todo una noticia así siempre te golpea como un jarro de agua fría. De primeras no sentí nada, resignación si acaso, abatimiento, pero no diría que sentí tristeza. Tras quedarme parado unos segundos en los que creo que no alcancé a pensar nada tan solo consegui decir «Mi abuela Pilar ha muerto». Hiroko que desesperezaba a mi lado para salir al trabajo se despertó también como un resorte. Mi abuela siempre ha querido a la gente de su alrededor con un amor infinito y esta chica de cultura y países totalmente distintos nunca fue una excepción, mi abuela siempre quiso a Hiroko con locura y Hiroko siempre llamaba con cariño a mi abuela «tu abuelita» y se deshacia en elogios hacia lo increible que era y lo sorprendete de su entereza a su edad.

Yo seguía sin pensar nada pero la tristeza ya por fin comenzaba a aparecer en mi corazón, yo me sentía más sorprendido de que hubiera tardado en llegar más que del propio hecho de sentirla, pero pronto me sorprendí más aún de sintiese tanta. Yo tenía la cabeza contra la almohada y los ojos abiertos de par en par dando la espalda a Hiro, ella me abrazó y dandome unas caricias de cariño me preguntó si estaba triste, no supe ni contestarla.

Derepente como si una olla a presión todos los sentimientos y los recuerdos saltarón de golpe. De repente el mundo se me hizo un lugar enorme y Japón no estaba a miles de kilometros de distancia de España si no a años luz… ya que tendría que viajar a través de ellos y en el tiempo para poder ver a mi abuela de nuevo, de hecho tendría que hacerlo para poder siquiera darle un último adios, seguramente aun con todo no llegaría a tiempo. Además estaba haciendo las gestiones de mi visado, desde luego era un momento terrible. Una imagen apareció con fuerza en mi memoria, mi madre llorando cuando nos explicó a unos renacuajos que eramos mi hermana y yo que nuestro abuelo había fallecido. Ese día nos quedamos en casa esperando a que volvieran mis padres, no entendíamos que pasaba en realidad, solo que por dejarnos solos un rato de regalo me trajeron un cronómetro, me encantaban los cronómetros, siempre me ha gustado medir el tiempo, la temperatura o contar cosas… Más adelante fue mi padre el que me dijo que mi tio había seguido el mismo camino que mi abuelo y que había muerto de un ataque al corazón, ya estaba lejos por entonces, pero no tanto, podía haber llegado a tiempo para el funeral, si no fuera porque una nevada infernal se interpuso entre Dublín y Madrid y ese día no hubo vuelos.

Esta vez nos separan muchos no, muchísimos kilometros, una escala al menos y problemas de burocracia y de visado. Aun con todo no pensaba rendirme, tiene que haber una forma de que un nieto pueda despedirse de su abuela. De que un hijo pueda estar cerca de su madre en estos momentos…

Con esa intención salí temprano a la escuela y después a inmigración a tratar de conseguirlo. En la escuela no conseguí más que balbucear unas palabras y decir que no podría ir hoy a clase, por alguna razón me derrumbe delante de mi profesora que solo me supo dar ánimos y decirme que no me preocupase por las clases. A inmigración fui en compañía de Luis y de Mariana lo cual me ayudo mucho a desconectar entre conversaciones de superhéroes. Por el camino mire fechas y demás y tuve que aceptar la realidad era físicamente imposible llegar a despedir a mi abuela.

Y en estas estoy, aprendiendo más lecciones del expatriado a la fuerza, en esta vida que muchas veces pintamos de color de rosa en los blogs en la que os contamos nuestras fiestas y lo que comemos, lo que aprendemos y las cosas que vemos. Pero sabed que también sentimos; cosas buenas en su mayoría, pero también hay días donde pesa mucho vivir al otro lado del mundo…

Mi abuela siempre me ha dado un amor tan inmenso que aun puedo sentirlo, mi despedida será nunca olvidarte, es algo que nunca podré hacer…

Descansa en paz abuela, te lo has ganado 🙂