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noviembre 2009

Probando el daifuku, un dulce japonés

Daifuku

Una cosa increíble de venirse a vivir a un país tan distinto como Japón es que cada día te sorprendes por infinidad de cosas. Supongo que esto vendrá pasando cada vez menos amenudo pero de momento estoy en esta etapa en la que cada día por poco que vea dificil es que no me encuentre con nada nuevo y sorprendente. En este caso la sorpresa fue probar un dulce que se llama daifuku.

Mientrás yo me quedaba estudiando un simulacro de exámen que teníamos hoy Hiro se fue hacia Gotanda donde estan las oficinas de la empresa donde tenemos alquilado el piso para renovar el contrato hasta finales de Diciembre, a la vuelta me trajo una sorpresita que fue este dulce. Vamos a proceder a estudiarlo con calma porque merece la pena:

Daifuku en japonés literalmente significa «gran suerte» por lo visto hay bastantes variedades pero lo típico es que tenga mochi por fuera y anko por dentro. Bien ahora por partes, que es el mochi, pues el mochi es una pasta así un poco chiclosa hecha con un tipo de arroz especial machacado, triturado y remachacado. Los más antiguos de por aquí quizá recordáis que haya hablado del mochitsuki en Madrid. En esta fiesta se come mochi en general y daifuku en concreto a raudales, pero la presentación desde luego no con la presentación que tenía este.

Daifuku

Daifuku

Daifuku

Daifuku

Podéis ver que el packaging era digno de un producto de Apple, estoy seguro de que Steve Jobs le hubiera dado el visto bueno 😉

Daifuku

Ya nos encontramos con el dulce en cuestión. Dos bolitas de mochi rellenas de anko como os decía antes, si, si que es el anko, pues el anko es una pasta judias… puaj! pensaréis muchos, pero nada más lejos de la realidad esta realmente buena es dulce y no dirías en ningún momento que son judías. Los dorayakis (si esos de Doraemon) también están rellenos de estos. En este post de katsudon hablé sobre los dorayakis y hay un par de fotos al final.

Daifuku

Daifuku

Daifuku

Bueno me divertí un rato haciéndoles fotos y los partimos en dos, para ver lo que hay dentro y también para comernos cada uno la mitad de cada uno. Y es que eran distintos, no solo en color si no también en sabor. El blanco era daifuku de legumbre y sabía como mochi con anko a nada más. Pero el otro el marrón es mi preferido, el polvo se llama kinako que es un polvo de soja mezclado con azucar y que… apufff tenéis que probarlo 🙂

Daifuku

Daifuku

Daifuku

Estuve jugando más con la cámara y por supuesto que me lo comí 😛 Solo me queda decir el precio, 180 yenes cada uno (1,3 euros) algo caro pero son de una tienda especializada, es como si compráis un pastel en la tienda Mallorca ;). En supermercado se encuentran normalmente por 100 yenes (75 centimos) pero claro merece la pena probar estos tan auténticos y tan bien presentados y nada industriales.

Como siempre podéis echar una ojeada a las fotos con mejor calidad en mi galería de flickr.

Lost in Translation

kanji

Desdehace unos años comence la aventura de vivir fuera de mi país, primero fue Italia, luego Irlanda y ahora Japón. El camino me dejo muchos recuerdos y algunos conocimientos mejores o peores de las lenguas que hablaban en esos países. Ahora en Japón me siento perdido entre lenguas, pero que por otro lado agradezco poder hablar para estar un poco menos perdido.

Voy a contaros el popurri de lenguas que tengo ahora mismo en mi día a día. Por la mañana doy los buenos días entre japonés y castellano a Hiroko para luego ir escuchando música hasta la clase donde me reciben un «buenos días» en perfecto japonés. Son 4 horas de escuchar e intentar hablar japonés con pequeños descansos de 10 minutos en los que hablo en italiano con los italianos, en inglés con los suecos y en japonés con los koreanos y a veces un poco de todo con todos.

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El incendio de Kai School

kimchi

Ayer al salir de clase caminábamos por la calle y vimos pasar un montón de camiones de bomberos a todo trapo seguidos de un coche de policía, una ambulancia todo un despliegue… parecía que se había liado parda. Los compañeros que paseabamos por la calle bromeabamos con que a lo mejor se estaba quemando la escuela porque iban en esa dirección.

Por la tarde me enteré de que no iba desencaminado… resulta que el fuego estaba en el edificio de Kai School, pero también resulta que no fue nada. En los pisos de arriba de la escuela hay casas y una persona de una de esas casas estaba cocinando kimchi (un plato koreano picante super rico que es muy popular en Japón, es lo de la foto) y decidió bajar al konbini mientrás lo dejaba en el fuego.

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Retrato de Hiroko

Hiro

Continuando con la recien estrenada ayer categoría de fotografía hoy pongo esta foto de Hiroko que me gusta mucho. Por que sale muy guapa (verdad? 😉 ) y porque la foto en si me gusta mucho, estoy muy contento con los resultados de la cámara. Estoy deseando aprender más para hacer cosas interesantes 🙂

Principalmente mi asignatura pendiente de momento es el post procesado, Lightroom y Photoshop. Me lo planteo como objetivo para este año, compartiré lo que vaya aprendiendo con vosotros, así crecemos todos 😉 La foto podéis verla más grandota en flickr

Visitando el Tochoo

Tochou

El domingo hicimos una escapada a un lugar de obligada visita si vienes de turismo que es el Tochoo, osea el «ayuntamiento» de Tokyo, no solo de ciudad si no de la «provincia». La gracia de este sitio es que tiene un mirador en la planta 45 y que lo puedes visitar gratuitamente, lo que hace que casi todo el mundo que pasa por Tokyo pasa por aquí y no es para menos.

El edificio esta en Shinjuku (al lado de nuestra casa) normalmente no hay que hacer demasiada cola, 5 minutos o así como mucho y tras un control muy ligero del contenido de tu mochila subes a un ascensor que te producirá dolor de oidos y en un ratito estarás en la cima del centro de Tokyo. No es el mirador más alto, probablemente tampoco el más bonito, pero si el más barato y os aseguro que es suficientemente bonito.

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Kagurazaka, un pequeño Kyoto dentro de Tokyo

Kawarazaca

El martes pasado como ya os contaba estuve en unas fiestas universitarias en Japón, pero la intención de la visita no era esa si no visitar Kagurazaka un barrio de Tokyo al que se le conoce como el pequeño Kyoto. Aprovechando la nueva D90 hice millones y millones de fotos voy a compartir con vosotros una mínima parte de las que hice 😉

Vamos a ir haciendo el paseo basándonos en las fotos que es como mejor se cuentan las cosas:

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Unboxing del nuevo Time Capsule

Time Capsule

Andaba yo perdido por Akihabara con la intención de comprar un router con wifi N para poder conectarnos en la casa a la velocidad que de verdad tiene nuestro Internet. Me gustaba el Airport Extreme de Apple, ya que era justo lo que quería, estaba por 16mil yenes, no era mal precio, también ando siempre alerta por si veo un disco duro a buen precio y ese día lo vi, 1Tb por algo menos de 10mil yenes (75 euros) ni tan mal…

Pero en ese momento me di cuenta de que más o menos por eso (29800 yenes) tenía un Time Capsule, que no es más que un Airport Extreme pero con disco duro dentro, así me quitada de un cacharro más conectado al Airport Extreme, menos consumo, menos cables, decidí que era una buena decisión. Jústamente Apple acababa de sacar un nuevo modelo así que después de recorrerme medio Tokyo acabé encontrándolo de casualidad en Ikebukuro. Y unas fotillos frikis del unboxing:

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Y lo que había debajo…

Pues esto es lo que había debajo, tantos años de secreto y de enigmas… por fin lo sabréis. Pero antes si no habéis leído la entrada de ayer, debéis hacerlo pues es la que da sentido a esta: «Un gran paso en mi vida…»

Pero antes me gustaría agradeceros a todos las multiples muestras de cariño, lo cierto es que no esperaba menos de vosotros, porque se que sois la leche. Pero aún así estas cosas siempre sorprenden y me han hecho sentirme muy bien. Gracias a todos por comentarios, emails, directos en twitter, replies y de todo. Gracias de corazón!

Y ya sin entreteneros más a lo que vamos, la foto que os dije ayer:

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Un gran paso en mi vida…

Cualquiera que lea este título puede pensar que estoy hablando de mi viaje a Japón, de mi cambio de vida y si sin lugar a dudas eso ha sido un cambio importante (importantísimo) pero del que os quiero hablar es de otro.

Se trata de un lastre que minaba mi vida personal, profesional, mi forma de ser y todo en general. Y lo peor de todo es que era un lastre que me había autoimpuesto yo y que era tan fácil de eliminar, pero a la vez taan difícil, y es que…

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Las fiestas de la Universidad japonesa Hosei

Fiestas Hosei

Ayer fue día festivo en Japón, el día de la cultura más concretamente, así que nos fuimos a visitar Kagurazaka, pero eso ya os lo contaré otro día. Hoy os quería contar que aprovechando que en el barrio esta la antigua universidad de Hiroko nos acercamos a verla con la suerte de que justamente se encontraba en fiestas.

Hasta ahora había asistido a fiestas de muchas universidades en España, que si la de minas, san teleco, enfermería y bien la verdad es que molan, en realidad suelen ser un macrobotellón de universitarios. En algunas como en San Teleco los clubes montan actividades y hay concierto y esto le da bastante gracia al asunto.

Pues eso mismo es lo que hacen los japoneses pero a lo bestia. La presencia de los clubes en la universidades japonesas es mucho mayor, casi cualquier persona de la universidad pertenece a uno u otro club y en ocasiones esto casi toma más importancia que la universidad en sí. Es donde se sociabilizan, hacen sus amigos de verdad y desarrollan su hobbie y los japoneses suelen desarrollar los hobbies a niveles enfermizos, así que imaginaros si lo hacen dentro de un club donde hay personas que ya saben que les enseñan más cosas (senpais).

Algo importante para comprender la importancia de los clubes es que la universidad en general no es algo difícil. Por lo visto los japoneses se toman la universidad como un descanso entre el colegio e instituto y el trabajo. Tampoco es que sea un regalo, pero si mucho más fácil que estas otras etapas donde se dejan la vida, por ello que los años de universidad los disfrutan al máximo. Pero claro entrar en una universidad, sobre todo algunas es muy, pero que muy difícil.

Pero al tema que nos ocupa, esta uni en concreto por lo visto es bastante abierta y permite bastantes cosas a sus estudiantes y vamos me dejo pasmado, llevaba el camarón así que os lo cuento con fotos mejor:

Clubes

La entrada de la uni se llena de gente de los clubes que montan su puesto donde venden lo que sea, siendo lo más común son los yakitoris (pinchos de pollo a la plancha). Con lo que sacan de ello luego hacen dos montones, una parte es para material para cosas para el club y la otra para pegarse un super fiestón esa noche en un bar 🙂

Clubes

Había todo tipo de tiendas de todos los clubes, cada una distinta y con clase de gente distinta atendiéndolos. Noté que se daba mucho eso de que las chicas atendieran a los chicos y los chicos a las chicas. También me percaté de que pasaba de todo menos desapercibido. Era prácticamente el único extranjero por ahí y mucha gente me miraba, muchos me sonreían, me decían cosas y otros ponían solo cara rara. Chicos si buscáis novia os recomiendo ir a una de estas fiestas 😛

Yakisoba

Otro puesto de Club, este debía ser de los mejores, vendía gofres y había una buena cola en él.

mangakas

Llegamos después al puesto de los del club de manga, que me sorprendieron muy gratamente. Lo primero es que para mi fue como sentirme dentro de la serie de Genshiken. Estos se dedicaban a hacer retratos de los que lo pedían por 300 yenes:

mangakas

Y la verdad es que eran bastante buenos, o a mi que aquello de dibujar me parece un arte mística me lo parecía 🙂

mangaka

Este tio en concreto era ultra friki 🙂

Cosplayers

Al lado estaban las chicas haciendo cosplay, les pregunte que si les podía hacer una foto y muy sonrientes todas se colocaron sus disfraces y posaron para la foto. Al terminar les di las gracias y ellas me ofrecieron pasar a su puesto y dijeron algo así como chuuro… y yo, a saber que habrá dicho esta maja, la sonreí y ala. Al pasar por el puesto me di cuenta que me había dicho churro!! porque vendían churros, bueno pseudo churros en realidad. No eran cerrados solo un palote, así en plan porra pero del tipo churro y suuuuuper embadurnados en azúcar justamente como le gustan a mi padre 😉

anuncio

Por ahí había mucha gente invitándote a pasarte por los puestos de sus clubs, unos se lo curraban más que otros. Esta chica en concreto era muy llamativa.

tenis

Para que veais que había chicas guapas os dejo esta foto. Esta según decía en su chaqueta era del club de tenis, las chicas de este club eran en general bastante monas ellas. Así que ya sabéis si váis a la universidad de Japón directos al club de tenis 😛

ascensor

De ahí subimos a la planta 25 de las 26 plantas que tenía uno de los edificios que tenía la universidad, así que os podéis hacer a la idea de la magnitud de esta.

Vistas

Desde arriba podéis imaginaros que las vistas no eran malas. Imaginaos estar en clase y ver eso por la ventana, detrás del cegador Sol se podía ver la silueta del Monte Fuji aunque la cámara no pudiera captarlo… ¡Cómo para concentrarse en clase!

Aula magna

De ahí bajamos y fuimos al otro edificio donde estaba todo el mogollón de las fiestas. Ahí fuimos a una de las aulas donde Hiroko tenía bastantes clases, que es esa de la foto de arriba. Es más la pinta de lo que esperas que sea una universidad y no lo que os voy a mostrar desde ahora.

Concierto

Muy cerca de ahí una sala con un mega concierto montado a lo bestia, que tenían un equipazo que yo flipaba y sonaban bastante bien. Solo hice esta foto porque vino un tio a hacerme un placaje y decirme que no se podían hacer fotos :S

Jam session bar

Este lugar era increíble, un bar así tipo bohemio donde te servían bebidas y en el escenario tocaban distintos tipos de gente en Jam Sessions, hacían Blues y eran bastante buenos, al menos los que yo vi en su momento, me se de uno que hubiera acabado en este club, verdad Sebas?

Y luego pasamos a subir a la última planta de este edificio (la séptima) donde estaban concentradas las fiestas e ir bajando una a una recorriendo los pasillos. Os dejo a continuación unas cuantas fotos, pero antes comentaros las cosas que había. Gente haciendo literalmente botellón por los pasillos. Una planta entera en la que en cada aula había un concierto distinto, de todos los tipos de música, desde metal hasta tradicional japonesa. Gente en los pasillos con guitarras. Sala de exposición de motos, una sala dedicada a la paz regentada por unos pseudo hippies, una secta budista… de todo! Dentro fotos:


pasillos
pasillos
pasillos
pasillos

bien y con tanta gente y tanta fiesta uno se espera encontrar basura, muerte y destrucción a su paso. Pero no, lo cierto es que se encontraba dentro del ambiente festivo un orden no intrusivo. La gente recogía sus cosas y no ensuciaba demasiado (claro que algo de basura había). Como ejemplo aquí es donde tiraban la basura completamente diferenciada para su posterior reciclaje:

basura

En España tenemos suerte si alguien se acerca a tirar la basura al contenedor, ya no digo si es suerte si este no esta a rebosar y no hablemos ya de que haya contendedores para separarla y de haberlo que la gente lo haga… eso ya es ciencia ficción.

Y esto son unas horas dentro de unas fiesta de la universidad nipona, me dieron unas ganas terribles de apuntarme a la carrera que fuera 🙂 y a vosotros?

Edito:
Han meneado la noticia, si os apetece me podéis dar un meneo desde aquí